El ataque se llevó a cabo utilizando drones de vista en primera persona (FPV), marcando un momento de tensión aguda entre el ejército sudanés y las RSF.
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En un reciente episodio de escalada de violencia en Sudán, las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), una unidad paramilitar, llevaron a cabo un ataque exitoso contra un avión de transporte militar del gobierno, un Lockheed C-130H Hercules.
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El incidente ocurrió durante el aterrizaje del avión en la base de Wadi Saydna, cerca de la capital, Jartum. Las RSF publicaron un vídeo que supuestamente documenta la destrucción del avión C-130, mostrando el uso de tecnologías de combate avanzadas en sus operaciones.
Este acto de agresión se inserta en un contexto de disputa prolongada entre el ejército sudanés y las RSF, que se ha intensificado desde mediados de abril de 2023. El origen del conflicto se remonta a desacuerdos sobre la transición a un gobierno civil tras un golpe en 2021, coorganizado por ambas facciones tras el derrocamiento del ex líder Omar al-Bashir en 2019.
La persistencia de estas hostilidades ha planteado desafíos significativos al ejército sudanés, reflejados en un agravamiento de la crisis humanitaria. La violencia ha exacerbado las tensiones étnicas en Darfur y ha llevado a desplazamientos masivos y sufrimiento generalizado entre la población civil.
A pesar de los avances iniciales de las RSF, el ejército sudanés ha recuperado territorios clave, como Omdurman, indicando un posible cambio en la dinámica de poder. Sin embargo, la escalada en el uso de tecnología militar, como lo demuestra el reciente ataque de dron, plantea desafíos adicionales tanto para las fuerzas de seguridad como para las organizaciones humanitarias que operan en la región.
Foto y vídeo: Twitter @Shadi_Alkasim
